martes, 11 de marzo de 2014

Crónicas de mis actos sucios

Yo me considero una criatura de horarios nocturnos: siempre estoy activo hasta la madrugada, he sido maldecido con el insomnio, ese extraño fenómeno que me impide conciliar el sueño tranquilamente. Mi reloj biológico es así de extrafalario, no se él por qué de su desincronización, tal vez porque mi ADN tenga la mentalidad de un relojero suizo ebrio de coñac.
 Este relato comienza a las dos de la madrugada...


Me hallaba releyendo en mi cama a oscuras, iluminado por una vieja y desgastada linterna un recopilatorio de historias de Allan Poe bastante famoso: "Los misteriosos casos de monsieur Dupin". Ya había leído antaño este libro, pero aún me sorprendía y me hacía disfrutar cuando rememoraba "los crímenes de la calle Morgue".

Y fue, como el aullar del viento sobre tejado cochambroso, cuando escuché un escatológico mugido. Extrañado, miré a mi alrededor, me levanté de la cama y me asomé por la ventana. Contemplé el exterior de mi casa, y bajo la tenue y mortecina luz de la Luna observé a los árboles durante un rato. No había   ni siquiera brisa alguna  que meciera las ramas de los árboles. Entonces decidí volver a la cama y proseguir con mi lectura. Al cabo de un rato, volví a oír ese rudo sonido, solo que esta vez era más fuerte.
Aún más, sentí dicho rugido en mi cuerpo, logrando localizarlo: provenía de mi vientre, y ejercía una desmesurada presión sobre mi panza.

Hacía fuerzas un tímido pero insistente ardor descendiendo en mí, estaba claro: había completado mi digestión y era el turno de expulsar  los residuos de anteriores festines.

Así que me levanté, volví a abandonar la lectura y me dirigí a la salida de mi cuarto. Mi rumbo era simple, tan sólo tenía que dirigirme hacia el cuarto de baño, con el objetivo de librarme de tal descompositoria carga. Cuando llegué al inodoro, tuve la molesta tarea de levantar la tapa, haciéndome perder un tiempo precioso. Pero logré bajar a tiempo de manera elegante mis pantalones. Y posé sobre la fría taza del váter mis musculosas y endurecidas nalgas. Y comencé a depositar mis excrementos.

A decir verdad, me esperaba un proceso más costoso, pero fue breve y fluido(sobretodo mis descomposiciones), y no me costó limpiarme hasta alcanzar un nivel de higiene aceptable. Y como tengo por costumbre reposar tras haber excretado, me quedé sentado unos minutos. Pero entonces, empecé a denotar una extraña corriente en mi ano. Dicha corriente no surgía de mis cuartos traseros, sino que parecía ascender desde las turbias aguas que hace rato volví fegurrinosas. Burbujeaban emitiendo un opaco vapor. Un extraño olor me comenzó a llegar: olía a un familiar estupor...

De dicho aroma, logré paladear unos sabores que hace dos días había catado. Era salsa de chili verde, acompañado de frijoles con cochinilla y maiz. 

Entonces, me levanté, y contemplé cómo una extraña criatura se formaba a partir de mis heces. Se recomponía ante mis ojos a una velocidad espasmosa. No cabía en mi credulidad lo que estaba ante mí: era un burrito en su forma original antes de que fuera devorado, y se retorcía como una gigantesca anaconda. Era un burrito venido del mismísimo Averno.
Rezumaba guacamole y emitía sonidos guturales. No paraba de menearse y expulsar salsa de carácter ácido. Logró saltar y salir del inodoro. Reptó en dirección ante mí y acometió una embestida, pero me armé con la escobilla, y como si de una maza medieval se tratara, repelí su ataque. Pero el burrito logró partir mi escobilla, y maniobró para contraatacar. Cogió velocidad, se dirigió hacia mí escupiéndome más salsa. No tenía suficiente espacio para esquivar, pero recordé en ese instante que escondía una gran baza...

El burrito, que si hubiera tenido rostro tendría una profunda mirada de odio, saltó. Pero yo respondí: levanté mi enorme bolsa escrotal, y justo en el aire impacté mis bolas contra el burrito. Mi  endurecido vello púbico, como si de mil cimitarras se tratara, troceó al burrito en minúsculos fragmentos, dejándolo aparentemente inerte en el suelo. Pero a pesar del mortal golpe de testículos, los trocitos parecían desplazarse muy lentamente. Entonces recogí los pedazos, los arrojé al retrete pero no tiré de la cadena: el burrito se podría recomponer en las cloacas y volver en busca de venganza. Y dejé al burrito estancado en el fondo del retrete

Marché rápidamente a la cocina. Necesitaba algo que eliminara de una vez por todas la existencia del burrito. Cogí alcohol etílico, abrí el fregadero y agarré la lejía y limpiacristales y me dirijí  con prisa de nuevo al baño, sin olvidar de coger unas cerillas. Vertí todos los productos para crear un cóctel químico que pudiera acabar con la vida de semejante monstruosidad culinaria. Encendí una cerilla, y contemplé el fondo de mi improvisada marmita, el burrito se estaba recomponiendo, sólo necesitaba una docena de segundos para estar totalmente recompuesto.

Dejé caer la cerilla, y acto seguido  una imponente llama estalló rodeando el burrito, el cual comenzó a dar latigazos de agonía. 
"Yo nunca juego con la comida", susurré suavemente mientras contemplaba el fuego fatuo relamiéndose en el váter. En pocos minutos, sólo quedaba una fina capa de polvo negruzco flotando sobre el agua. Tiré de la cadena y regresé, definitivamente aliviado, a  mi lecho.

Hoy para cenar he tomado unos deliciosos filetes de ternera con curry. He llenado el agua de la cloaca con disolvente de pintura.
No quiero que se me incordie mientras defeco. Yo siempre estoy preparado para lo peor. Ningún residuo expulsado de mi recto me falta el respeto.


No olvides presentar tus respetos correctamente al "Señor Roca" y contactar conmigo mandándome un correo electrónico a quimerusblog@gmail.com

Cagar es un noble placer, pero no seas cochino,a veces hay que ducharse: las zurraspas más duras son difíciles de quitar sin jabón.

2 comentarios:

  1. Poe, que hermoso T_T. Auguste Dupin el primer y mejor detective literario.
    POR ESO ME TOCA LAS PELOTAS QUE VENGA EL PUTO SHERLOCK HOLMES CON ARROGANCIA SUMA Y BLASFEME CONTRA LA DEIDAD Y LOS METODOS DEL "chevalier" QUIEN COÑO TE HAS CREIDO GILIPOLLAS PUTO INGLES SNOB DE MIERDA TE MATARE CABRON, A TI Y A ESE ESTUPIDOBORRACHO Y OPIOFAGO QUE LLAMAS CREADOR, ME OYES DOYLE? TE MATARE CABRON
    Por cierto las obras se subrayan no se ponen entre comilas :D

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